El pasado 13 de marzo un grupo de energúmenos, armado con unos libros de texto, tomó el portal de la Facultad de Ciencias con la intención de hacer un préstamo de dichos libros a los alumnos de primer curso de la Licenciatura de Física. Al parecer, los libros en cuestión fueron donados de forma gustosa por compañeros de cursos superiores que han preferido permanecer en el anonimato.

Todas las evidencias indican que el grupo terrorista, llamado ENTAÍNA, anota en una lista los nombres, apellidos y demás información de sus objetivos, es decir, del donante y del receptor del libro, amenazando con devolver los textos a sus dueños una vez terminen los exámenes.

Según las últimas filtraciones, el profesor de la asignatura y víctima del atentado, Julio M. Fernández Díaz, declara estar muy afectado por la forma en que se han prestado sus libros, a los cuales se calificaba de "basura" y se exhortaba al público a reciclarlos, pues cree que se trata de alusiones personales. Los terroristas confiesan que no estaban al tanto de que el profesor practicara la proyección extracorpórea sobre su obra, y piden la reinserción.

¡Ay, ay, ay!

La reacción de los estudiantes no se hizo esperar

En la época de confusión en que vivimos